No caigas en la ilusión del voto salvaje

La civilización y la cultura siempre implican malestar. "La libertad individuo no es un bien de la cultura, dice Freud, pues era máxima antes de toda cultura, aunque entonces carecía de valor porque el individuo apenas era capaz de defenderla. El desarrollo cultural le impone restricciones, y la justicia exige que nadie escape a ellas" (SF, El malestar en la cultura). 

Cultura y civilización implican siempre malestar básicamente porque hay que andar conteniéndose las propias pulsiones para vivir en sociedad. Enhorabuena... Porque liberados a nuestras pulsiones no tendríamos ni sociedad ni familia mucho menos cultura. La ilusión de la libertad consiste en creer que se puede convivir haciendo cada uno lo que se nos canta: una gran fantasía. 

Y es cierto que en democracia (cualquier democracia), hay malestar porque debemos convivir con otros que generalmente no son de nuestro agrado y, además, porque no siempre las cosas funcionan bien, y da la impresión que algunos saltan impunemente esas restricciones que, nos auto-infringimos, pero que nos permiten vivir en sociedad. En esos casos, se requiere mejores instituciones, antes que dinamitarlas. 

Porque dinamitar instituciones implica destruir la sociedad, llamar a la guerra de todos contra todos, liberar lo más oscuro del ser humano. En las sociedades primitivas se practicaban cuidadosos rituales para que las fuerzas oscuras que viven en nosotros se logren contener (la violencia). Las sociedades modernas han inventado complejos mecanismos (las instituciones) con idéntico fin. Dinamitar, destruir, puede ser muy peligroso (quizá por eso los mismos que votan a Milei sueñan con que NO VA A PODER). 

Creo que el voto a Milei es el voto salvaje, el voto relatos salvajes (¿vieron la película?), el voto de la pulsión del muerte, el voto de la venganza, de la satisfacción de volar todo por los aires (me viene la imagen de los pasajeros del avión). No importa lo que venga después. No importa lo que pase, que explote todo. Es el voto redención por el holocausto, por el sacrificio. Es volver a lo más oscuro y primitivo. Alguien que vota a Milei me dijo "A vos no te va mal. Ahora le toca a otros". Parece una sentencia de muerte... 


El psicoanálisis que nos ayuda a vivir, aunque nos da algunas malas noticias, nos muestra que esa ilusión pseudo-religiosa de la redención por la destrucción es pura pulsión de muerte; que en sociedad y en cultura se vive con malestar; que de ese malestar únicamente te redime el trabajo y el amor. El trabajo y el amor (que no son sin malestar) son las únicas fuerzas que pueden transformar para bien eso que creemos que está mal, eso que no funciona bien, eso que debe ser corregido. 

No elijas el camino de la destrucción. Elegí el de la cultura, el de la transformación. Dentro de lo malo, la democracia es el mejor sistema. No es perfecta, por supuesto. Aunque pensándolo bien, tampoco queremos perfección, porque lo perfecto es enemigo de lo bueno, decían los romanos. 








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